El equipo de Miguel Angel Russo derrotó 1-0 a Gimnasia y Esgrima La Plata con gol de Carlos Tevez y aprovechó la igualdad de River con Atlético Tucumán para subir a la cima de la Superliga 19/20.
Boca, en un final sufrido y para el infarto, se coronó campeón de la Superliga 19/20, al imponerse por 1 a 0 sobre Gimnasia y Esgrima La Plata en la Bombonera, arrebatándole el título a River, que empató con Atlético Tucumán como visitante.
Carlos Tevez, con un bombazo desde la puerta del área, marcó el gol del campeonato. Con este resultado, Boca trepó al primer lugar, con 48 puntos, uno más que su clásico rival.
Boca salió con decisión desde el arranque, buscando el gol que le diera tranquilidad a la espera de novedades de Tucumán.
Así fue que a los cuatro minutos Tevez estuvo cerca. A los 19 minutos, La Bombonera explotó y gritó el gol de Javier Toledo en Tucumán.
Boca empujó y poco después Broun voló sobre su izquierda para evitar el gol de Eduardo Salvio.
A los 33′ hubo una salvada milagrosa por duplicado: Broun tapó un cabezazo de Soldano y en el rebote, tomado por Tevez, con otro testazo, salió a centímetros de un palo.
En apenas dos minutos del complemento, y cuando a esa altura Boca sabía que River ya había empatado, una mala salida del fondo casi termina en gol de Gimnasia, pero Esteban Andrada ensayó una excelente atajada para desviar el remate de Nicolás Contín.
Boca no encontraba los caminos y los nervios ya empezaban a jugar su partido. En ese contexto, lo tuvo Maximiliano Cuadra para la visita, tras una buena acción de Matías García, pero no acertó al arco con su derechazo.
Pasados esos sustos, el ingreso de Ramón Abila le dio más presencia en ataque a Boca y a los 21′ se produjo una acción muy clara, pero Salvio le erró al arco y la tiró afuera.
Broun puso todo su cuerpo para evitar el gol de “Wanchope” Abila.
El tanto local estaba al caer y llegó a los 27′ con un “bombazo” de media distancia de Tevez que sorprendió al arquero.
El gol del “Apache” trajo el desahogo esperado, pero por momentos Boca perdió el orden y a los 36 se enmudeció el estadio cuando Horacio Tijanovich cabeceó solo, tras un centro de Licht, y la pelota se fue apenas desviada.
Después el local controló la pelota y esperó el final de las dos canchas para largar el estallido final. Así, en medio de la locura de los hinchas, Boca saboreó un título especial, arrebatado a su clásico rival con el último aliento.